Había una vez un señor al que le gustaba hacer fórmulas. Este señor tenía una imaginación formidable.
Un día este señor, Cliff Arnall, que así se llamaba o se hizo llamar, y que era, nada más y nada menos, que profesor en el Centre for Lifelong Learning, adjunto a la Universidad de Cardiff -lo que nos indica que los profesores de Universidad también se aburren-, se quedó en blanco y entró en dique seco.
Y, en vez de decidir, por ejemplo, meditar un rato, con la confianza de que las musas acudiesen a él con fórmulas evocadoras y útiles, decidió seguir e inventó la fórmula del Blue Monday, la fórmula del Lunes Triste, según la cual: el tercer lunes del mes de enero es el día más deprimente del año.
Gracias a Dios, la ecuación fue tratada como pseudociencia, y tanto la fórmula como la idea que la inspiró fue ridiculizada por los científicos que la calificaron de sinsentido.
La ecuación, donde Tt = tiempo de viaje; D = retrasos; C = tiempo gastado en actividades culturales; R = tiempo gastado en relax; ZZ = tiempo gastado durmiendo; St = tiempo gastado en un periodo de estrés; P = tiempo gastado haciendo la maleta; Pr = tiempo gastado en la preparación, ha pasado a la historia más como una ocurrencia que como nada serio.
Diríamos más, nuestros clientes saben que su centro comercial, Alcalá Norte, situado en una de las arterias más vivas de la capital, abre cada día dispuesto a ofrecerles, con dedicación y saber hacer, desde la compra diaria de comestibles, hasta los caprichos y regalos que merecen los que hacen “oídos sordos” a las falsas fórmulas.
Porque cada día, incluido el tercer lunes de enero, es una nueva oportunidad para compartir tiempo, experiencias y alegría con nuestros clientes y comerciantes. Con la misma confianza de todos los días.
En Alcalá Norte no nos amargan los lunes la falsas fórmulas.